Título: Planeta Z Muerto
Autor: Julio García Robles
Editorial: Éride Ediciones
ISBN: 978-84-16596-23-2
Páginas: 392
Encuadernación: Rústica
P.V.P: 15€
Esto va de..
Selene, la Loba Roja, se
encontrará inmersa en una aventura llena de acción, que la llevará a
enfrentarse en una guerra abierta contra los temibles Centuriones de Orión,
donde se verá sacudida por los sentimientos enfrentados de su corazón al
cruzarse de nuevo con el capitán Van der Haüssen, el hombre al que ama, un
rebelde que combate al lado de los centuriones. Perseguida y acosada incluso
por los suyos, será entre los habitantes de Planeta Z donde encontrará el
verdadero horror. El planeta está siendo colonizado por la humanidad, nuevas
esperanzas colman a las gentes que lo habitan, pero una desconocida infección
avanza incontrolable hasta crear un mundo de muertos vivientes. Selene luchará
inmersa en una brutal batalla donde, por momentos, el enemigo será el aliado
más fiel ante la traición y la necesidad por sobrevivir.
El autor
Nacido en Vila-real, Castellón
(España), en 1966, Julio García Robles es diagramador, escritor y fotógrafo de
naturaleza. Diplomado en Gestión Medioambiental por la Universidad de Cádiz,
cuenta entre sus trabajos de divulgación científica con los libros Amigo Lobo,
Devoradores de hombres, Font de vida y El latido del bosque. Ha llevado
adelante proyectos de conservación en países de África, América, Europa y en
Australia, destacando su trabajo como agente social en programas ONG de
Desarrollo en la Amazonia y Orinoquia colombiana.
Es, precisamente, en estos
largos viajes donde compagina historia y leyendas para dar vida a los
personajes mágicos de sus novelas llenas de aventuras y emociones, como la
célebre saga Uma Soona, la vampírica Sarima Vamp, el viaje intergaláctico La
Leyenda de Perpintres, el cuento El pequeño Budy y el Dragón Blanco, la bélica
Un poema para mi general, la novela negra Los crímenes de mi querida mamá y una
bella incursión en la romántica con Canción de Amor y Melodías de abril.
Opinión personal
Segunda parte, continuación
del anterior libro, nueva aventura de personajes ya conocidos; llámalo cómo tú
quieras, porque esta novela es todo esto y mucho más.
La anterior aventura de Selene,
la Loba Roja, titulada La Leyenda de Perpintres, me dejó muy buen sabor de boca
y no quería que una especie de continuación me dejas ese buen regusto, así que
he tardado a decidirme a emprender esta nueva aventura junto con la Loba Roja,
y tengo que confesar que esperar ha sido una mala elección.
Esta nueva aventura me ha
tenido media noche despierto repitiéndome la típica frase hecha de “un capítulo
más y a dormir”. Al final ha sido más de medio libro del tirón. Al levantarme
por la mañana y aprovechando las vacaciones de verano, rematé el poco que me
quedaba en menos de veinticuatro horas, y esto que son casi cuatrocientas
páginas repletas de información.
La historia empieza como un
drama carcelario en el espacio. Con una ambientación muy cuidada y una trama
que te engancha desde el primer momento, me ha devuelto a aquellas películas
del espacio claustrofóbico de los años ochenta: Saturno 8 o Atmósfera Cero.
Después de este impactante inicio, empieza la verdadera trama —la historia de Selene—
que se ha ido desarrollando desde el principio sin que el lector se dé cuenta;
trato muy sutil por parte del autor.
Prisiones espaciales, fugas,
zombis, sexo, violencia y sobre todo mucha, mucha aventura. Descripciones
justas que te transportan en los mundos fantásticos que imagina. En definitiva
una combinación de elementos en la cual Julio García Robles se desarrolla con
un saber genial. Sabe ir intercalando nuevas situaciones e historias, que
parecen no tener ninguna relación, para acabar siendo una parte de un todo.
Además dota a todos sus personajes de una personalidad propia que los hace muy
creíbles. Todos ellos tienen unos disparos peculiares y particulares que hacen
que puedas diferenciar muy bien de qué personaje se trata con tan sólo leer sus
diálogos.
Una gran aventura espacial,
con pinceladas zombis y humanos que no puedes dejar de leer. Sin lugar a dudas
una de las mejores novelas de este prolífico escritor.