lunes, febrero 02, 2015

The Knick


Título: The Knick
Director: Steven Soderbergh
Escritor por: Steven Katz
Creado por: Jack Amiel y Michael Begler
Productores ejecutivos: Gregory Jacobs, Steven Soderbergh, Jack Amiel, Michael Begler, Michael Sugar y Clive Owen.
Reparto: Clive Owen, André Holland, Jeremy Bobb, Juliet Rylance, Eve Hewson, Michael Angarano, Chris Sullivan, Cara Seymour, Eric Johnson, David Fierro, Maya Kazan, Leon Addison Brown, Grainger Hines.
Productor: Michael Polaire
Supervising Producer: Steven Katz
Diseño de producción: Howard Cummings
Diseño de vestuario: Ellen Mirojnick
Diseño de sonido: Larry Blake
Director de fotografía: Peter Andrews
Múscia: Cliff Martinez

Historia.
The Knick es una serie dramática de televisión de Estados Unidos, estrenada en 2014, dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Clive Owen.
La serie trata sobre la vida de un hospital de Nueva York a principios del siglo XX y narra las innovaciones científicas llevadas a cabo y las relaciones laborales y humanas entre sus empleados. La historia está basada en el Knickerbocker Hospital de Nueva York, que se fundó en 1862 y que cerró sus puertas en 1979. Uno de sus protagonistas, John Thackery, se inspira en la figura de William Stewart Halsted, un innovador médico de principios de siglo.

Dramatis personae
  • Clive Owen: El Dr. Thackery es un brillante cirujano cuyo talento, obsesión y prestigio para la medicina sólo son equiparables a su preocupante adicción a la cocaína y sus visitas a fumaderos de opio, enfundado siempre en sus característicos zapatos blancos. Un adelantado a su tiempo lleno de contrastes y matices, egocéntrico, de fuerte carácter pero educado y profesional, y sobre todo obsesionado con hacer historia y fomentar el avance de la medicina, motivado especialmente por la reciente muerte de su colega el doctor J. M. Christiansen.
  • Andre Holland: El doctor Algernon Edwards llega al hospital Knickerbocker como el primer cirujano negro de su promoción así como del propio hospital. Formado en Harvard y también en Europa, donde se llevaban a cabo los grandes avances médicos en esa época, guarda una clara ventaja con respecto a sus colegas y cuenta con el apoyo de la directora Cornelia Robertson. Pero su llegada no es tan bienvenida como esperaba, ya que tan sólo encuentra el rechazo racista de sus compañeros y de los pacientes. Sin embargo, su gran admiración por el trabajo del doctor Thackery y su actitud claramente cabezota le motivan a no darse por vencido en su intento por hacerse un hueco en el Knick y defender su integridad y sus habilidades.
  • Jeremy Bobb: Herman Barrow es el escurridizo y mediocre gerente del hospital, encargado de lidiar con la gestión económica del hospital, que se enfrenta a altos costes e inversiones pero se halla envenenada por las artimañas y corruptelas que él lleva a cabo con mafias locales con las que está endeudado. Solitario pese a estar casado, de carácter débil e infantil, debe dar la cara por el hospital mientras esconde su rostro más auténtico entre las sábanas de un prostíbulo.
  • Juliet Rylance: Hija de uno de los principales inversores del hospital, el capitán August Robertson, Cornelia es la directora y jefa de la oficina de previsión social del Knick, donde además sirve como representante de su padre en las relaciones con el resto de administradores. Una mujer independiente y atractiva, amable, de carácter filántropo y humanista, dedicada en cuerpo y alma a dar lo mejor al hospital. Su condición de mujer en una época machista no se lo pone fácil en relación a sus colegas, especialmente con el fuerte carácter del doctor Thackery de por medio, pero no hay conflicto que no se pueda resolver con las palabras adecuadas.
  • Eve Hewson: Venida de West Virginia y recién incorporada al equipo del hospital, la novata enfermera Elkins juega con la ventaja y la maldición de ser una mujer joven, muy atractiva y enigmática, y enfermera en un hospital dominado por hombres. Mientras va descubriendo su lugar profesional, lo observa todo desde su silencio y aparente inocencia. Curiosamente, pronto se convierte sin quererlo en una confidente del doctor Thackery.
  • Michael Angarano: Inquieto, curioso, joven y ansioso por aprender, el doctor Bertram Chickering Jr. es un aventajado aprendiz de cirujano que se ha empeñado en trabajar en el Knick junto al prestigioso doctor Thackery como médico residente. Sus inquietudes y su admiración por el trabajo del cirujano, sin embargo, no son razón de peso para contar con el beneplácito de su padre, quien no duda en dejarle claro que habría preferido a su hijo trabajando en un hospital con más prestigio que el Knick.
  • Chris Sullivan: Brusco, maleducado, bebedor y oportunista, Tom Cleary trabaja como conductor de ambulancia junto a su poco avispado compañero Pouncey. Ambos se buscan la vida a su manera para recoger pacientes y repartirlos por los hospitales a cambio de su salario, intentando adelantarse a sus competidores en una especie de juego de supervivencia en el que el premio gordo es para el más rápido.
  • Cara Seymour: De origen irlandés, la hermana Harriet es una monja católica nada convencional, de vuelta de todo, con los pies en el suelo y una cierta mentalidad feminista. Arrastra un misterioso pasado y vive una doble vida practicando abortos clandestinos, mientras irónicamente en su institución se esfuerzan por sacar adelante a los niños que dejan abandonados en sus puertas.
  • Eric Johnson: Desde su puesto de aspirante a cirujano en el Knick, Gallinger es el protegido del doctor Thackery. Un hombre convencional acostumbrado a tener todo aquello que siempre ha deseado, preocupado por su nivel socio-económico y su imagen de cara al exterior. Gallinger está casado y acaba de tener una niña, así que su aspiración de convertirse en asistente del cirujano jefe, el doctor Thackery, supone una gran motivación para su futuro. Sin embargo, pronto se siente amenazado por la llegada del doctor Algernon Edwards, cuyas habilidades son claramente más notables que las de Gallinger.


Capítulo1. Método y locura
Nueva serie de médicos, pero esta nada tiene que ver con lo que nos tienen acostumbrados últimamente, aquí vamos a ver el inicio de la medicina moderna.
Arrancamos en el New York de principios de siglo, con un excéntrico médico, que nos muestra su debilidad a primeras de cambio.
Bastante dura al mostrarnos como era la medicina a principio de siglo y como los médicos iban a ciegas en la mayoría de los casos, eran más investigadores que otra cosa.
Ambientación muy bien cuidada y que logra dar el punto perfecto a la serie, adentrándonos de lleno en la época que quiere representar.
Tras un escatológico comienzo, nos ponemos en situación al instante, la serie no da tregua y eso es bueno para un primer capítulo, además de una serie que en un principio parece tan difícil. Aunque creo que si se cumplen las expectativas, la serie puede marcar un punto  a parte en las series de médicos.
Además se mezclan otros problemas, como son la crisis económica que sufre el hospital y la posible contratación de un cirujano de color, negándose el cirujano jefe, el doctor Thackery a contratarlo o tener nada que ver con él. Los problemas se agudizan con una enfermera metomentodo que averigua la debilidad del doctor.
Por cierto, las agujas si que daban miedo en esa época.
El amigo Clive Owen hace una magistral interpretación de doctor totalmente demente y genial a la vez, la serie gira entorno a él, pero es que hace un papel sublime, sin escrúpulos, loco, perdido y a la vez tan revelador.
Una serie que de momento voy a seguir con mucho interés.
¡Bisturí! 

Capítulo 2. Zapatos de Paris.
Volvemos a la carga con un nuevo episodio de nuestro grupo de cirujanos preferido.
Se nos comienza mostrando las diferencias que habían aún en esa época entre blancos y negros, pese a haber luchado por su integración unos cuarenta años antes, la discriminación continuaba muy presente entre la sociedad norteamericana.
Muy cuidada la recreación de como se vestía una señorita de clase alta, como llegaba al trabajo y como lo hacia, de manera bien distinta, una simple enfermera, lo mismo ocurre con los cirujanos, según su escalafón, llegan de manera bien distinta al trabajo. Ha sido muy buena la intro del capítulo, fiel reflejo de la sociedad neoyorkina de la época.
Me encanta los pocos escrúpulos que tienen los conductores de la ambulancia. Que depravados.
Electrificar el hospital, otra buena palabra que nos regala la serie, es curioso como algo tan habitual en nuestros días era algo totalmente novedoso y futurista en aquel tiempo.
Si algo ha sabido crear el director de la serie, es ese ambiente cargante, de mal rollo, que casi cuando terminas de ver un capítulo estás asqueado con el mundo, en mi opinión es un gran acierto a que a directores reputados se permita participar en algunas de estas series, dándoles la oportunidad de expresar su talento. mucho mejor que en un película, que muchas veces por la duración de la cinta, se ven limitados, mientras que en una serie de este tipo, donde tienen todos los medios a igual modo que una película, pueden ir desarrollando pausadamente una historia que va calando poco a poco.
Resumiendo, buen capítulo que nos sigue adentrando en la vida de estos curiosos médicos, mostrándonos sus virtudes y sus defectos, en una sociedad que de igual modo nos muestra sus virtudes (el progreso) y sus defectos (la decadencia).
¡Bisturí!

Capítulo 3. La pulga traviesa.
Menudo comienzo, esta serie sabe como impactar al espectador, y vaya si lo consiguen, está genial como la mujer aparece sin nariz y como no, nuestro cirujano particular, siente curiosidad, de operar a esa mujer, con la que había mantenido un romance en una época anterior.
El ambiente de la serie, sigue siendo genial, la decadencia, la mugre que reina en todos los lugares, el desencanto de una sociedad que parece harta de todo y desilusionada con el tiempo que le ha tocado vivir, cumplen a la perfección en la ambientación de cada capítulo.
Los personajes comienzan a tener personalidad propia, vemos al virtudes y las muchas carencias de cada uno de ellos, muchas de esas carencias, los hacen geniales a la vez que sus virtudes.
Por su parte el médico de color, continua con su labor de ofrecer un servicio a la gente de color, y por lo visto se encuentran buenas enfermeras entre las lavanderas.
El amigo contable sigue con series problemas, y cada vez está más metido en ellos, no tiene pinta de poder salir de ellos de una forma correcta, está bastante claro que este hombre va camino de la perdición, aunque uno más en este hospital de locos, tampoco importa mucho.
Me encanta esa sensación que han conseguido con la iluminación, esas primeras bombillas de corriente eléctrica, que apenas iluminaban pese a estar a plena potencia, me parece algo muy logrado por parte del equipo de producción de la serie. Han cuidado todos los aspectos, porque incluso cuando el doctor Eduards está dictando a una de sus nuevas enfermeras, recluidas a ala fuerza, el proceso de la operación, tiene que ir deletreándole las palabras pues saben escribir lo justo.
La monja-doctora me tiene desconcertado, aún no tengo claro que pinta en la serie, ni cual es su papel, pero nada bueno supongo, además eso de que ella misma dona dinero para su parroquia, pues que quieres que te diga, no entiendo nada. Incluso el hombre la ambulancia, le dice que no sabe "que es en realidad", más misterios, que supongo que iremos desgranando poco a poco.
Por su parte del doctor Thackery, me encanta, la escena que está practicando con el cerdo, es genial, lo que nos hace ver, los `palos de ciego que darían muchos médicos en un principio, y como muchos de ellos tenían que buscarse la vida para poder aprender, seguir adelante, en ese tiempo no había información, cada uno de ellos, era prácticamente autodidacta y debían buscarse la vida por ellos mismo.
También se ve reflejado, lo hipócritas que eran, pues no hacen ninguna investigación, hasta que la enfermedad no comienza a afectar a los ricos. el propio comisario dice "una enfermedad de pobres, que afecta a los ricos", aunque Thackery, pese a ser como es, ya les dice, que los virus no miran la cuenta corriente de nadie.
¡Bisturí! 

Capítulo 4. Dónde está la dignidad.
Aquí estamos un episodio más, con nuestro grupo de cirujanos-aventureros-investigadores de principio de siglo XX.
New York es una ciudad oscura, sumida en la corrupción y el desengaño, las personas son crueles y sin escrúpulos, no les importa nada más que llevarse algo a la boca cada día, y les da igual que sea comida o excrementos. Una sociedad dura, para unos tiempos más duros.
Con todo esto hay un rallo de esperanza con el doctor Eduards, adalid de un nuevo camino, de un nuevo mundo. Asiste como invitado a una fiesta, y pese a contar con el favor de los anfitriones, es un pez fuera del agua. Por contra en el quirófano, da una lección magistral de profesional, manteniendo un pulso mental con el cirujano encargado de la operación, Algernon Eduards acaba haciendo él la operación, pero en ningún momento recibe, ni el beneplácito, ni la admiración de sus colegas, Thackery, lo trata igual que un perro.
Por su parte, la nueva enfermera, siente una atracción malsana por el doctor Thackery y todo lo que le envuelve, ella dentro del hospital se comporta como una autentica profesional, sin inmutarse y dedicándose al trabajo con diligencia, mientras que al terminar, la fascinación por todo lo que comporta tan extraño doctor, la hace ir a lugares que no debería. Aún no tengo claro si quiere salvarlo, o unirse a él.
Por su parte el hospital, que tiene vida propia, sigue su ritmo, con su ajetreada vida durante el día y con la quietud de la noche, guardando todos los secretos que ocurren en sus entrañas.
Ah, no hay que olvidarse de nuestra monja, que poco  a poco vamos viendo de que pie cojea, y el extraño secreto que guarda, aquí acaba forjando una complicada relación profesional con el conductor de la ambulancia.
Buen capítulo, que nos muestra la decadencia nocturna, de esos seres que durante el día son casi dioses que devuelven la vida.
¡Bisturí!

Capítulo 5. Retienen el calor.
Perfecta la imagen de los dos mundos que aún coexistían en aquel tiempo, el del cirujano-barbero, que igual te afeitaba que te cortaba una pierna, y los emergentes médicos del hospital Knickerbocker, con sus métodos ultramodernos. Brutal la imagen del barbero con la sierra.
Por suerte Eduards está en el hospital cuando el doctor Thackery va a hacer una intervención, por lo que le ayudará en la cura de la pierna del paciente. Menuda escabechina que hacen para sacar la bala de una pierna. 
Sigue la investigación de la fiebre Tifoidea, por parte del investigador y la señora Cornelia Robertson.
Muy buena la presentación de la maquina de rayos x, es como una presentación de feria, pero Thackery, en esta ocasión es un visionario y se da cuenta que s una herramienta de futuro inmediato en la medicina.
Por cierto creía que la atracción de la enfermera Lucy Elkins, por Thackery era solo en un sentido, pero parece que esta joven muchacha, comienza a despertar algún tipo de simpatía en el doctor Thackery.
Extrañas alianzas comienzan a fraguarse en este capítulo.
Por fin comienzo a situar a la Hermana Harriet, y veo cual es su papel en todo esto, aunque al amigo que se ha buscado, es un tanto difícil tratar con él, espero que esta mujer sepa a quien se arrima, aunque ella bebe más que él, menuda monja.
El doctor Eduards cada vez tiene más enfermeras que le ayudan en su tarea nocturna, y por lo visto son excelentes trabajadores y muy profesionales.
Increible como hasta la policía, el cabo Sears, busca una alianza con Colier, va ofrecerle un negocio, las vueltas que da la vida.
Una nueva intervención por placenta desplazada que termina igual que en el primer capítulo, en desastre.
Como hasta ahora, sucio, perturbador y electrizante capítulo, que te atrapa desde un primer momento, y no puedes dejar por un segundo de verlo.
Genial, como toda la serie hasta el momento. Una de las revelaciones del año.
¡Bisturí!

Capítulo 6. Empieza a llamarme papá.
Buen comienzo, este Thackery cada día está más loco, pero cada vez más genial. Este hombre tiene sus ideas cuando más drogado está. 
Por su parte el pobre doctor Edwards continua con sus penurias. 
Siguen con la intención de comprar la maquina de rayos X, hasta Herman Barrow, el gerente/economista del hospital tiene claro que es El Progreso y el Knickerboker tiene que tener uno. Es curioso como, en esa época no sabían nada de la radiación y ahí estaban haciéndose radiografía como si fuese algo divertido.
Linimento rejuvenecedor del doctor Thackery, se combinaba la medicina moderna, con la antigua medicina del oeste, donde una simple botella de whisky con una etiqueta estampada con la cara y el nombre de un doctor, ya la convertían en una medicina. Por suerte Thackery tiene dos dedos de frente y rechaza de todas, todas ese horrendo brebaje.
Al parecer la relación de la enfermera Lucy y el pequeño Bertram continua adelante, aunque Lucy habla con demasiada admiración de Thackery, al igual que el joven Bertram.
Al final el doctor Everett ha perdido a la hija, y la Hermana Harriet le propone algo retorcido, (una adopción).
Parecer ser que la propagadora de la fiebre tifoidea, es la cocinera que había trabajado para estas familias, si es que la higiene en la comida es esencial.
La hermana Harriet y Tom Cleary, el conductor de la ambulancia, hacen una extraña pareja, pero que tiene mucha química, aún acabarán liados estos dos, o si no, tiempo al tiempo.
Con dificultades y con unos medios rudimentarios, que parecen una salvajada, al final Thackery y Bertie, consiguen hacen una operación con reparación de placenta con éxito.
Le han descubierto al doctor Edwards el chiringuito, pero cuando parece que todo está acabado para este hospital "privado", la curiosidad de Thackery por aprender y saber nuevas cosas, en el mundo de la medicina, hacen que las tornas cambien. Ese estrechón de manos lo dice todo.
Pese a todo lo que ha pasado, este ha sido el capítulo más flojo hasta la fecha, ha sido lento en su mayor parte, con demasiados puntos a tratar que en ocasiones apenas los hemos entendido, pero ya sabía que todos muy buenos, no podían ser, alguno debía dar el bajón, y ha sido este.
¡Bisturí!

Capítulo 7. Trae la cuerda.
Nos volvemos a sumergir en el asfixiante mundo de Knick, veremos que nos trae hoy.
Comenzamos con un flashback, cuando Thackery aún es un aprendiz con ilusión y compartiendo aguja con su maestro, curiosa imagen. Me gusta como este actor modula su voz, cuando se interpreta de aprendiz a cuando se interpreta a maestro. Esa seguridad que muestra como maestro, desaparece por completo cuando es aprendiz, cuestionando suelo todo.
Al despertar del sueño recordatorio, se despierta en el burdel chino, y tiene que hacer una rápida intervención.
Al joven agente Sears, en su afán por buscar nuevas chicas para el local, le apuñalan en un costado. Durante la operación el doctor Everet flipa al ver que el doctor Eduards tiene u puesto importante dentro del escalafón de cirugía.
Vemos como el conflicto racial continúa muy presente pese a que Eduards es uno de los cirujanos que le interviene.
Tras la muerte del agente, se desata el odio racial y contra todo pronóstico, Thackery sale en defensa de los negros. Con todo el hospital es asaltado por una turba enfervorecida buscando venganza.
Al final a Thackery, se le impone su pasión por la medicina, y nada le preocupa, sólo sanar a los demás.
Se veía venir la historia de amor entre Eduards y la joven Cornelia, porque la referente a la enfermera Elkins y Thackery estaba más que clara, como iban a terminar.
¡Bisturí!

Capítulo 8. Trabajando hasta muy tarde.
A Thackery le preocupa que el doctor Levi Zinberg, un cirujano e inventor judío, le robe protagonismo en la próxima presentación de la Sociedad de Cirujanos de Nueva York. Bertie sigue empeñado en cortejar a Lucy, mientras lucha con la insistencia de su padre para que se vaya del Knick.
¡Bisturí!

Capítulo 9. Un loto de oro.
Drogado, yonky, colgado, así es como se encuentra Thackery ante la falta de cocaína por culpa de la guerra, es brutal la transformación que sufre este personaje, cuando tiene droga para estar centrado a cuando sufre una abstinencia total, en contra de su deseo.
¡Bisturí!

Capítulo 10. Crutchfield.
Final de temporada. Negándose a colaborar con el doctor Zinberg en la investigación de las transfusiones de sangre, un cada vez más paranoico Thackery decide ir más allá de sus límites en un esfuerzo por resolver el enigma y adelantarse a su rival. En mitad de otra crisis, Robertson convoca una votación y Lucy acude a Bertie en busca de ayuda.
Capítulo final, donde todo comienza a precipitarse, a cerrarse historias, a dejar otras entreabiertas para un ¿próxima? temporada, donde con muchas probabilidades asistiremos al regreso triunfal de Thackery. Ya tengo unas ganas terribles por ver como continúa.
¡Bisturí!

No hay comentarios:

Publicar un comentario